«Intocable», una celebración de la vida

El cine francés está de enhorabuena. En los últimos años ha pasado de ser una cinematografía de escaso interés en general (al menos para el público mayoritario), a tener la producción más interesante y variada del panorama europeo. Hasta tal punto ha llegado la calidad en el cine de nuestro país vecino, que dos de las mejores películas estrenadas esta temporada son de aquel país: Intocable The Artist. La que aquí nos ocupa llegó a España con unos números realmente sorprendentes: es la película francesa más vista de la historia en su país de origen, dato curioso cuando hablamos de que The Artist, la gran triunfadora de los Óscars, es también francesa con actores franceses. En cuanto llegó a España, fruto de la fama que traía, se puso segunda en taquilla solo por detrás de la espectacular Los vengadores, llegó al número uno a la semana siguiente y, después de más de dos meses, aún sigue en cartel y con números muy buenos. Eso demuestra que no se trata de una simple película de personajes contrapuestos o de superación personal, sino mucho más.  Sigue leyendo

Teaser trailer de «Skyfall», un Bond que promete

La saga Bond lleva tantos años en la picota que ha tenido que reinventarse varias veces, que han coincidido con los cambios de los actores que han encarnado al agente británico. Algunos de esos cambios han sido desastrosos (ese Timothy Dalton), y otros no tuvieron éxito, aunque el resultado fuera bueno, como el caso de 007 al servicio de Su Majestad (On Her Majesty’s Secret Service1969), con un desconocido George Lazenby (modelo de ropa interior). El último gran cambio vino de la mano de Daniel Craig, un actor que, para muchos, no encajaba con el glamour y la elegancia que le dieron Sean Connery, Roger Moore o Pierce Brosnan. Pero eso daba igual, porque los productores lo tenían claro: el nuevo modelo era Jason Bourne. Con Casino Royale le realización, la música y, sobre todo, las peleas, se parecieron una barbaridad a las de la saga dirgida por Doug Liman. Pero eso no significa que la película fuera mala, todo lo contrario, puede que sea una de las mejores del famoso personaje. Luego vino la insulsa y aburrida Quantum of Solace, pero ese es otro tema.

En noviembre se estrenará Skyfall, dirigida por Sam Mendes (American Beauty, 1999, Camino a la perdición, 2002), y con un malo estelar, Javier Bardem. El trailer en sí promete, anuncia escenas espectaculares, eso no es novedad, pero también una película con mayor empaque; el fichaje de Sam Mendes tiene al menos esa intención. Puede que veamos a un Bond más atormentado por sus fantasmas y a un villano más redondo que las comparsas que suelen alimentar la saga. En noviembre lo veremos.

Los mejores temas principales: «Mejor…imposible»

Siempre he mantenido que Hans Zimmer es un excelente compositor, a pesar de la mala fama que él mismo se ha impuesto. Ciertamente, desde que triunfó con la película de acción La Roca (The Rock, 1996) la mayor parte de las veces se ha dedicado a autoplagiarse; no se ha cortado a la hora de aceptar proyectos en los que él sabía que podría poner el automático, y repetir una y otra vez los esquemas que le han hecho famoso. Está claro: la música y el arte están muy bien, pero hay que comer, y si con esas partituras gana un buen dinero, bienvenido sea. Pero, repito, el músico alemán es un excelente compositor, y lo ha demostrado cuando se ha puesto serio. Lo podemos ver en la cantidad de premios que ha ganado, entre los que están el Óscar a la mejor banda sonora  en 1994 por El rey león (The lion king, 1994) y dos Globos de Oro, por la película de Disney y por Gladiator (2001), además de varias nominaciones al Óscar. Pero si los premios no nos dicen nada, podemos utilizar el oído, y en esta ocasión no nos engaña: si el talento se demuestra en las pequeñas cosas, aquí tenemos un inmenso ejemplo. Sigue leyendo

«Los Vengadores», muy buen rato palomitero

El cine es, ante todo, entretenimiento. Y debe ser así, por mucho que se busque que comunique, que haga reflexionar, o que denuncie situaciones que no deberían ocurrir. Pero todo eso, de darse, tiene que ser sin aburrir. Esa tiene que ser la premisa principal de todo film. Hollywood, salvo honrosas excepciones, se ha dedicado siempre precisamente a eso, a entretener, al cine de evasión. O por lo menos, a intentarlo, pero no siempre lo ha conseguido, sobre todo en los últimos tiempos. La película que hoy nos ocupa no solamente entretiene, sino que mantiene un ritmo alto en diálogos y en interpretaciones y, por supuesto, las escenas de acción son realmente sobresalientes. Esta combinación es tan difícil de conseguir, que sin duda esta película merece ser destacada, y su director tiene que ser nombrado como una de las grandes revelaciones de los últimos años.

Sigue leyendo