«La chispa de la vida», una película de la crisis

Cuando Álex de la Iglesia se pone a dirigir, lo hace muy bien. Tiene mano firme, sabe sacar de los actores lo que quiere y sabe utilizar muy bien la cámara. Pero su mayor problema, bajo mi punto de vista, es que no sabe pillarle el tono a sus películas, que acaban siendo un pastiche violento, surrealista o de humor grueso, con demasiadas  cosas que no vienen a cuento. De tal forma que de su cine solo se pueden salvar, en general, ciertos momentos, es difícil destacar una película completa, salvo los casos de El día de la Bestia (1995) y La comunidad (2000). Las demás solo se pueden calificar de irregulares. La chispa de la vida (2011) es su última producción, una película en la que parece que se pone serio y donde tiene las cosas más claras. Pero, aunque la cosa ha mejorado, sigue siendo una película a la que le faltan cosas para llegar a destacar. Sigue leyendo

La muerte de Tony Scott

Efectivamente, ha sido la noticia del día en el mundo de la cultura y, concretamente, del cine. El director de cine Tony Scott se ha suicidado tirándose de un puente de la localidad californiana de San Pedro. Tenía 68 años, lo cual resulta extraño: generalmente el perfil del suicida es una persona joven fruto de algún desengaño amoroso, o de una terrible depresión. Los casos de locura los dejamos aparte, puesto que no parecía que el director británico la padeciera. De forma que solo nos queda lo que parece que ha sido en realidad; se rumorea que dejó una nota en su vehículo dirigida a la policía en la que revelaba que se le había diagnosticado un tumor cerebral crítico, es decir, incurable. Pero, sea por lo que sea, estas líneas son para homenajear a un cineasta que, más o menos afortunado, dedicó su vida al séptimo arte. Sigue leyendo

¿Nos afecta la violencia en el cine?

Siempre se ha dicho que la violencia está mucho más tolerada en el cine que el sexo. La demostración está en que hay muchas películas que ofrecen violencia específica, pero no ocurre lo mismo con el sexo, y si ocurre, esa película provoca poco menos que un escándalo. No estoy hablando del porno, que es otro cantar, sino que, si partimos de elementos fingidos (en el porno el sexo no es fingido), la violencia resulta ser más específica que el sexo. Esto es así desde el punto de vista social y moral, y poco hay que decir ante eso. El problema es cuando se intenta que paguen justos por pecadores, y se levanten falsas polémicas.

Como supongo que todo el mundo sabrá, el día del estreno de El caballero oscuro: la leyenda renace en Estados Unidos, un chiflado provocó una matanza en un cine de Colorado. Este chico iba ataviado con una máscara, como si fuera Bane, y en el juicio se ha presentado en un estado lamentable (posiblemente bajo los efectos de un tranquilizante de caballo) y con el pelo teñido de un color estrafalario, como si fuera el Joker o cualquier villano de Batman. A partir de este lamentable y triste hecho, se han venido produciendo decisiones y declaraciones igualmente lamentables y tristes desde el mundo del cine norteamericano.

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«El caballero oscuro: la leyenda renace», estupendo reflejo del caos.

Es realmente difícil que una película de 165 minutos se te pase volando, que no tengas que mirar el reloj ni una sola vez, porque aquello que estás viendo no te deja respiro. Esto es lo que ha conseguido Christopher Nolan con el excelente final de su trilogía sobre el famoso personaje de Batman. Cuando se anunció que se iba a comenzar el rodaje de una nueva versión del cómic de la DC, pocos pensaban que se podía superar las dos primeras de Tim Burton, y Nolan, con la magnífica Batman Begins, lo consiguió, cambiando nuestra forma de ver al personaje. Cuando salió a la luz que el villano de la segunda parte sería el Joker, casi todos pensaron que sería una imitación mala de la interpretación de Jack Nicholson, y que la película sería más de lo mismo, y fue todo lo contrario. Ahora muchos creían que El caballero oscuro es insuperable, sin embargo, en mi opinión, El caballero oscuro: la leyenda renace es más completa y emocionante que su predecesora. Sigue leyendo