1997 fue el año de Titanic. La superproducción de James Cameron se lo llevó todo, la vio todo el mundo, y se despertó una gran euforia a su alrededor. Hoy en día, casi quince años después, el tiempo ha puesto en su lugar a esta película, a la que se la considera buena, pero sin pasarse. De hecho, dos de las películas con las que luchó en aquella edición se las considera mejores que la titánica producción: L.A. Confidential y Mejor…imposible. Titanic se llevó once Oscars, una cifra que solo había igualado Ben-Hur en 1959, pero alguno de esos premios pudieron haberlo ganado otras películas de forma clara, como el de mejor canción. ¿Por qué esa cantidad de Óscars? Puede que la explicación esté en que al año anterior la gran triunfadora fue El paciente inglés, una producción inglesa independiente que le comió la tostada a los representantes made in Hollywood, de forma que, al año siguiente, la Academia decidió vengarse premiando Titanic de forma exagerada. O puede que aquella cameronada sea simplemente un producto de época que enganchó a su generación.
El caso es que una de las claves del éxito de aquella película fue su canción, My heart will go on, que sonó en todas partes hasta la saciedad. Una canción en mi opinión simplona, sentimentaloide, e interpretada por una chillona Celine Dion. Seguramente es porque le cogí manía en su día, pero no considero que esta canción sea merecedora de un Óscar. Más bien lo ganó por una tremenda campaña de márketing, parecía que si no lo ganaba, habría manifestaciones por las calles y las turbas quemarían escaparates en todas las ciudades. Y lo ganó.
Pero aquel año Disney presentó su candidata, una canción de gran calidad, con una letra de alto nivel, que toca el corazón sin ser sentimentaloide, compuesta por el gran Alan Menken con letra de David Zippel. Y estaba interpretada de forma magistral por Michael Bolton. Paradójicamente, una de las mejores canciones que han salido de esa factoría no ganó el premio de la Academia, víctima del huracán Titanic. Pero ya se sabe que las modas pueden cometer injusticias.