La carrera de John Williams está repleta de grandes éxitos, de melodías que, por sí solas, identifican una película o un personaje. Pero también tiene grandes temas que son poco conocidos, que siguen teniendo una gran calidad y un componente evocador realmente grande. Ese es el caso de la pieza que nos ocupa, un canto a la belleza y la fascinación por un continente que ha sido muy maltratado a lo largo de la historia, y lo sigue siendo: África. En este sentido, el nombre de la obra que aquí presentamos es muy significativo: «Dry your tears, Afrika», es decir: «Seca tus lágrimas, África».