Revisando películas de la infancia: «Secuestrada»

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Cuando te aficionas al cine siendo un niño-adolescente, de vez en cuando te puedes encontrar con una película poco conocida que te puede dejar algo tocado. En esas edades eres más impresionable, y por lo tanto no es necesario que la película sea memorable, ni mucho menos una obra maestra. Ese fue el caso de Desaparecida (The vanishing, George Sluizer, 1993), que, con apenas quince años, no solo me provocó un fuerte impacto, sino que esa sensación me ha llegado hasta hoy, cuando la recuerdo con cierto cariño. ¿Por qué cariño? Pues porque conmigo cumplió plenamente su propósito: agobiarme y comunicarme tensión sin recurrir a la extrema violencia, con una realización sobria y elegante, y con unas actuaciones bastante convincentes. Vista hoy, es cierto que ha perdido gran parte de su fuerza, sobre todo porque ya sabía todo lo que sucede, pero mantiene varios buenos momentos, y es un entretenimiento de calidad, si lo comparamos con los thrillers que se están haciendo en los últimos años. 

Lo primero que hay que decir de este film es que cuenta con un reparto bastante potable: Jeff Bridges, Kiefer Sutherland, Sandra Bullock y Nancy Travis se reparten los papeles principales. Su argumento, al menos a priori, no resulta nada original, de hecho podría tomarse por un telefilme de los de Antena 3 al mediodía: durante unas vacaciones, una joven pareja (Sutherland y Bullock) discute y se para en una gasolinera. Ella entra para ir al servicio y comprar unas cervezas, pero nunca regresa: ha sido secuestrada. A partir de ahí, su prometido iniciará una cruzada para saber qué le ocurrió, que le ocupará varios años de su vida.

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La mala noticia es que, hoy en día, casi nada de esta película asombra, todo lo que en ella ocurre lo hemos visto ya, pero cuando se estrenó resultaba muy original, e incluso sorprendente, o lo fue para mí. En cuanto al reparto, opino que Kiefer Sutherland podría haber dado más de sí. En esta época, el hijo del gran Donald Sutherland estaba en la cresta de la ola después de los éxitos de Jóvenes ocultos ( The lost boys, Joel Schumacher, 1987), Arma Joven (Young guns, Christopher Cain, 1988), o Línea mortal (Flatliners, Joel Schumacher, 1990), y parecía que podía ocuparse sin problemas de un papel complejo, en el que el personaje pasa por una auténtica montaña rusa de sensaciones y sentimientos. Pero simplemente cumple, frunciendo mucho el ceño y cabreándose cuando las circunstancias lo requieren. La buena noticia es que Sandra Bullock  sale poco, aunque hablamos de la Sandra Bullock pre-Speed (Jan de Bont, 1994), con lo que está bastante soportable, para lo que vino después.

Del resto del reparto destaca Jeff Bridges, que se puede decir que está impresionante como el chiflado de la función. Puede que en ocasiones sobreactúe un poco, pero compone un retrato impresionante de una persona inestable, extraña, que realmente da bastante grima, pero que al mismo tiempo tiene las ideas muy claras de lo que quiere hacer en cualquier momento, y es inteligente, lo cual lo hace más temible, si cabe. Puede que lo más cogido con alfileres sea su motivación, aunque hay que reconocer que es digna de una mente enferma.

Por su parte, George Sluizer demuestra por qué su nombre no ha pasado precisamente a la historia del séptimo arte: su realización es simplemente correcta. Con un clasicismo que pretende parecerse a Alfred Hitchcock, no arriesga ni lo más mínimo, aunque sí cuenta como mérito el hecho de que sabe imprimir tensión en un relato que, sin ella, no sería nada. Para ello ayuda muchísimo el autor de la música, un Jerry Goldsmith en un gran momento, capaz de ponerte los pelos de punta con su sello habitual: el uso de la cuerda, junto con otros instrumentos a contrapunto, como el piano o los clarinetes y, sobre todo, los timbales.

En definitiva, se trata de una película agradable de ver, con momentos de tensión muy logrados (decir algo más sería caer en el spoiler), y con un reparto más que digno. Me alegra decir que el tiempo no ha tratado nada mal a esta pequeña y casi desconocida película.

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